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En el siglo XVI la Serenissima conoció unos de los momentos más difíciles de su milenaria existencia, como la guerra contra la Lega di Cambray (Liga de C./1507-08) , la conquista de Chipre por parte de los turcos (1570-73) y una funesta epidemia de peste (1575-76).
No obstante la República supo recuperarse velozmente y fue la única ciudad italiana que se mantuvo libre durante la crisis general de los otros Estados italianos.
Venecia es una ciudad cosmopolita, que atrae y da hospedaje a súbditos del propio dominio – el “Stato da Terra” y el Stato da mar – aunque también extranjeros y comunidades florecientes como las griegas , armenias , albanesas, hebreas. La "nation todesca" (alemanes aunque también bohemios, polacos, húngaros y trentinos), tenía desde el siglo XIII en Rialto un propio fondaco (edificio dedicado a almacén, y a veces como alojamiento), rapidamente reconstruido tras el incendio de 1505, y los mercaderes turcos, albaneses y bosnios encontraban refugio, desde 1574, en la taberna del ángel en San Matteo di Rialto (el Fondaco de los Turcos no fue concedido hasta 1621, en el ex-Palazzo Pesaro sobre Canal Grande hacia San Stae).
Una vez que los negocios y comercios volvieron a ser prósperos , Venecia se “recrea” también desde el punto de vista urbano-arquitectónico de la ciudad, en la cual cada clase social encuentra su espacio existencial, residencial y productivo.
La cultura era algo usual en Venecia. El activo oficio de la imprenta transmite a la posteridad obras literarias , poéticas y musicales, pero también las ciencias (medicina, matemáticas, hidráulica, etc.) dominan al Estudio de Padua y a la Escuela de Rialto.
La pintura exalta artistas como Gentile y Giovanni Bellini, Giorgione, Tiziano , Lorenzo Lotto, Paolo Veronese, Canaletto.
A la representación escénica y ritual del poder del Estado concurren todos los ciudadanos, desde los patricios hasta el último ciudadano.
Las grandes fiestas públicas, renovadas de año en año, de carácter político o por celebraciones religiosas – en el 1578, como recuerdo de la liberación de la peste, se añade la mágica noche del Redentor , la vigilia del tercer domingo de julio – se acompañan en el pasar de los siglos con ocasiones más modestas, no por ello menos sentidas, de diversiones típicamente populares.
Al lado de los freschi (cortejos a la puesta del sol) por los canales de la ciudad, hay las fiestas sobre el agua organizadas por las Compañias de la calza, amenizadas por suntuosos banquetes, torneos, naumaquias, danzas y naturalmente regatas, competiciones de velocidad preparadas en ocasión de visitas ilustres. También los campi se convierten en escenarios teatrales naturales para la caza de toros – reservadas al gremio de los beccheri (carniceros) – e incluso de osos.
Las facciones de los Castellani (habitantes de los Sestieri –sectores en los que se divide la ciudad de Venecia- de Castello, San Marco y Dorsoduro) y de los Nicolotti (de los sestieri de San Polo, Santa Croce e Cannaregio), se enfrentan en las “guerras de los bastones” y en las “batallas de los puños”, que con frecuencia degeneraban en riñas con muertos y heridos.
Espectaculares son también las “Forze d'Ercole , es decir, pirámides humanas, temerarios ejercicios acrobáticos acompañados por músicos, organizados no solo en la Plazoleta de San Marcos y en las plazuelas, sino también en el Canal Grande sobre grandes balsas apoyadas en barcas (las peate), hasta llegar a la destreza de construir pirámides sobre la base de sólo dos hierros de góndola.
1500 - - rev. 0.1.20