Los inmigrantes albaneses de fé católica eran sobre todo artesanos, barberos, taberneros y panaderos. Quien conocía las lenguas eslavas conseguía incluso convertirse en intérprete del estado, trabajo y funciones primarias en la República veneciana, dedicada desde siempre al comercio y a los intercambios. La mayor parte de estos, residían en la zona de la parroquia de Santa María Formosa, en el sestiere de Castello, entre la Riva degli Schiavoni y el Campo dei Santi Filippo e Giacomo, cerca de las zonas residenciales de los griegos y de los eslavos. En 1442 la ciudad les permitió construir una asociación propia, la Escuela de San Severo y San Gallo, que se ocupaba fundamentalmente de la gestión de los bienes de la comunidad y de la ayuda y sostén de los necesitados y enfermos.

---

1300 - 1400 - - rev. 0.1.7