La Fiesta del Redentor es una tradicional fiesta veneciana que nace en el siglo XVI y se celebra cada tercer domingo de julio en la isla de la Giudecca. La fiesta recuerda la construcción, por orden del Senado veneciano, de la Iglesia del Redentore como agradecimiento por el final de la terrible peste que se abatió sobre Venecia en 1576. La espléndida iglesia, que domina el panorama de la Giudecca, se comenzó el 3 de mayo de 1577 y representa la perfecta síntesis de la monumentalidad renacentista del gran arquitecto Andrea Palladio.

El domingo 21 de julio de 1578, fue cuando el Doge Sebastiano Venier proclamó finalmente libre de la peste a la República Serenísima. Desde entonces, la ciudad de Venecia se viste de fiesta para celebrarse a si misma a través de un rito que es siempre igual pero sugestivo: la isla de la Giudecca se une a Venecia mediante un puente de plataformas flotantes (originalmente el puente se componía de 80 galeras) que permite al Patriarca de Venecia alcanzar la iglesia del Redentor y desde allí bendecir toda la ciudad al final de la fiesta. Los festejos no se limitan sólo al templo del Redentor, sino que se extienden, según la tradición, por toda Venecia, con numerosos eventos por plazuelas y plazuelillas. Sobre todo en la cuenca de San Marcos, que por la noche viene tomado por una infinidad de embarcaciones decoradas con luminarias y guirnaldas, llenas de venecianos y turistas que celebran cantando y comiendo los platos típicos de la tradición veneciana, como la pasta y alubias y sardinas en saor. Al final, la fiesta culmina con los fuegos artificiales iluminando una inconfundible noche mágica veneciana.

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