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La música en Venecia hasta 1560
Las fuentes, los documentos y los códigos más antiguos que atestiguan las actividades musicales en Venecia se remontan a los siglos XIV y XV. En un texto precedente, la Vita Lodovici Imperatoris de Eginhard von Fulda, se habla sin embargo de la existencia de un órgano hidráuico. El pasaje que cuenta de un cierto organista activo alrededor del siglo XIII en la capital véneta, un tal Giorgio de Venecia, nos llevaría a pensar que ya existía en aquel tiempo una artesanía especializada en la construcción de órganos. Otras hipótesis, al respecto de la práctica musical en la Basílica de San Marcos y en el claustro de San Jorge Mayor, hasta ahora son sólo conjeturas que no tienen confirmación directa por las fuentes históricas.
Se sabe con seguridad que en Venecia, durante el siglo XIV, se ejecutaba música en muchas ocasiones, tanto religiosas como profanas, y que era muy practicada la música polifónica. Varios compositores como Marchettus de Padua, Francesco Landini o Marcantonio Romano compusieron en este siglo algunos motetes apreciados, dedicados al Dux del momento, que probablemente había encargado la obra.
Con las posteriores conquistas en tierra firme, durante el siglo XV, las actividades musicales aumentaron notablemente. En San Marcos se fundó una Escuela de ocho cantores guiada por el magister cantus (maestro de canto) Antonio Romano (1403).
Tan sólo al final del siglo se introdujeron de manera estable el maestro de capilla (el primer encargo fue encomendado a Pietro de Fossis en 1491), y el segundo organista.
El mayor representante de la música profana en Venecia durante la primera mitad del siglo XVI, fue Leonardo Giustiniani. Sus óperas polifónicas a dos o tres voces eran tan características del gusto y de la vida artística de la ciudad, que de su estilo, aún en el siglo sucesivo, se transmitió un género de óperas llamadas venecianas o también giustinianas. Por tanto todavía en 1571 Andrea Gabrieli publicó un volumen de Greghesche (composiciones cantadas en dialecto mixto) et Iustiniane (giustinianas), ambas a tres voces.
Respecto a la importancia política y a la riqueza de Venecia, en aquel período la actividad musical fue sin lugar a dudas poco significativa y carente de músicos o compositores excelentes. Por el contrario, fue muy importante el papel que la República marinera véneta desarrolló entre el siglo XV y el XVI, con la impresión de partes y tratados musicales, una actividad rica y difundida entre muchos editores entre los que destacaba la figura de Ottaviano Petrucci.
En 1527, Adrian Willaert fue llamado a San Marcos. Gracias a su trabajo, la música instrumental tuvo finalmente un primer período floreciente, llegando gradualmente a emanciparse de la música vocal. En el mismo período nació y se desarrolló con rapidez la técnica de los "Cori spezzati" (Coros separados), peculiaridad de la tradición veneciana, utilizada sucesivamente en otras capillas italianas. Aprovechando la particular arquitectura de San Marcos, se colocaron dos coros diferentes uno frente al otro en las capillas laterales. A cada uno de éstos, los compositores encomendaban una entera sección a varias voces, “distinta de la otra”, como dos temas diferentes que se completaban entre ellos permitiendo experimentar, a través de la polifonía, sorprendentes efectos sonoros en el espacio.
Desde 1560 hasta la Caída de la Serenísima en 1797Tras la muerte de Willaert, dos incendios muy graves afectaron primero a la Basílica de San Marcos (1574) y posteriormente al Palacio Ducal (1577), destruyendo una gran parte de los órganos y del archivo musical. A pesar de esto, en este período se amplió el personal de San Marcos encargado de la música, bajo el mandato de Gioseffo Zarlino (1565-1590), autor entre otras cosas de un tratado muy conocido de teoría de la música.
Aunque los compositores escribiesen mucha música profana para las fiestas civiles y para varios espectáculos organizados por empresarios, los lugares más importantes para la producción musical permanecieron todavía las iglesias. Además de San Marcos, otras iglesias también asalariaban organistas y coros (S. Salvador, S. Jeremías, La Virgen del Huerto, Santos Juan y Pablo) y en la rica Confraternita de la Escuela grande de San Roque trabajaron grandes organistas como Bellavere (desde 1568), Giovanni Gabrieli (desde 1585) y Alessandro Grandi (1619, 1624).
Claudio Monteverdi, en aquella época director del coro de San Marcos , fue varias veces encargado de conducir las fiestas en honor de San Roque.
Gracias al patrocinio del Dux Marino Grimani (1595-1605), la música ocupó un puesto cada vez más importante dentro de las numerosas fiestas civiles, con una fuerte integración entre música y teatro.
Nacieron de esta forma las fábulas pastorales, que se ejecutaban en los patios del Palacio del Dux. Normalmente el programa de los conciertos de música estaba constituido por Madrigales y otras piezas de la tradición profana, tanto vocales como instrumentales, imprimidas en Venecia.
El personaje más significativo de la época fue sin lugar a dudas Claudio Monteverdi (1567-1643). Monteverdi se trasladó en 1613 a Venecia, donde fue nombrado director del coro de San Marcos. Allí escribió los últimos tres de sus nueve libros de madrigales publicados. Para la representación en el Palacio Mocenigo compuso alguna de sus obras maestras como "Il combattimento di Tancredi e Clorinda" (1624) o también "Il rapimento di Proserpina" (1630). Gracias al desarrollo de esta naciente práctica del teatro musical, en la misma en Venecia pocos años después, en 1637, nace el primer teatro de ópera del mundo, S. Cassiano, con la ejecución de Andrómeda de Benedetto Ferrari y Francesco Mannelli. El teatro tuvo un gran éxito y en pocos años Venecia será testigo de la fundación de muchos otros teatros como Santos Juan y Pablo (1639), S. Moisés (1640), Teatro Novísimo (1641), Santos Apóstoles (1649), S.Apollinare (1651), S. Ángel (1677) y S. Juan Crisóstomo (1678). Al final del siglo XVII funcionaban en Venecia veinte teatros, nueve grandes y once más pequeños. El interés económico, tanto de los teatros como de los compositores, fue la primera razón por la que la música sacra se fue sustituyendo poco a poco por la profana. De hecho, la comisión de una única ópera podía ser a veces equivalente al sueldo anual de un maestro de capilla. Las óperas más importantes son sin duda las de Monteverdi: "Ariana" y "El regreso de Ulises a la patria" (1640), "La boda de Enea en Lavinia" (1641) y "La coronación de Poppea" (1643) son obras maestras que, según Nicolaus Harnoncourt, podríamos parangonar, en la historia de la Ópera, sólo con la música de Mozart.
La herencia de Monteverdi no fue sin embargo recogida durante muchos años. En el siglo XVII, la práctica y la enseñanza de la música se encomendaban a los institutos piadosos de hospitalidad (llamados Spitali y después Ospitali) muy difundidos en Venecia (Hospital de los Mendigos, de los Desamparados llamado Ospetaletto, de los Incurables y de la Piedad), que entre las diferentes actividades desarrolladas para la recuperación de sus propios asistidos, se dedicaban también a la formación de músicos. En analogía con las mismas instituciones activas en Nápoles, tomaron con el tiempo el nombre de Conservatorios.
Por el contrario, en el siglo XVIII, la música de cámara y orquestal volvió a ser muy popular en las Academias públicas y privadas, en los Hospitales, en las iglesias, en los patios y salas de los Palacios burgueses. Precisamente en Venecia se desarrolló la técnica de ejecución del violín solista gracias a numerosos virtuosos del instrumento como Antonio Vivaldi , Pietro Nardini o Giovanni Benedetto Platti. Fueron escritos muchos conciertos para violín por los mismos virtuosos o por los llamados “aficionados” como Tommaso Albinoni, Benedetto Marcello e Doménico Alberti. Además de estos músicos venecianos, en los teatros de laF ciudad trabajaban otros compositores entre los más ilustres de Europa: Hasse, Porpora, Domenico Scarlatti, Händel, Gasparini, Leonardo Leo y naturalmente, vista la fortuna del teatro de la ópera en Venecia, los más famosos cantantes, como Farinelli, Carestini, Bernacchi, Faustina Bordoni y Niccolini.
Baldassarre Galuppi fue un músico veneciano muy importante de la segunda parte del siglo XVIII. No fue simplemente maestro de capilla en el Hospital de los Mendigos y en el Hospital de los Incurables, sino que en 1766 recibió también el encargo de reorganizar el conjunto musical de la Basílica de San Marcos.
Redujo el coro a 24 miembros (seis para cada voz) en favor de la orquesta. Sobre todo fue compositor de óperas líricas y de su entendimiento con Carlo Goldoni nació el género del drama jocoso. Sus numerosas óperas bufas se ejecutaron en Venecia y en muchos teatros importantes de Europa, de tal forma que la zarina Catalina la Grande lo reclamó a San Petersburgo como maestro de capilla.
Hacia el final del siglo XVIII, la crisis política y financiera que sacudió Venecia implicó también a la actividad musical, hasta tal punto que de todas las instituciones musicales sólo el Hospital de la Piedad sobrevivió. También la importante actividad editorial de las partes se concluyó al final del siglo, ya que el mercado se trasladó gradualmente hacia el Norte de Europa.
Por ejemplo Vivaldi hizo imprimir todavía en Venecia sus primeras dos óperas (1705 y 1709), mientras que fue obligado a encomendar las sucesivas a un editor musical de Amsterdam. El final del siglo marca de esta forma un gran cambio negativo para la gloriosa cultura musical veneciana. El año 1797 no fue sólo testigo del final de la milenaria historia de la Serenísima, sino también de la caída de instituciones musicales renombradas como los Hospitales y la Capilla en San Marcos.
Tras la destrucción por un incendio, en 1773, del teatro más famoso de Venecia, se construyó con gran rapidez un nuevo teatro lírico de nombre simbólico La Fenice.
Inaugurado el 16 de mayo de 1792 con la ópera de Giovanni Paisiello I giochi di Agrigento, rápidamente se convirtió en el teatro más famoso de Venecia y de Italia. Durante el siglo XIX, se desarrollaron en él muchos estrenos de Gioacchino Rossini ("Tancredi", "Sigismondo", "Semiramide"), Vincenzo Bellini ("Capuleti e Montecchi"), Gaetano Donizetti ("Il Belisario") y Giuseppe Verdi ("Ernani", "Attila", "Rigoletto", "La traviata", "Simon Boccanegra").
Sin embargo, la actividad musical veneciana del siglo XIX va unida también a la del compositor alemán Richard Wagner, que permaneció muchas veces en Venecia durante largos períodos, y donde al final se trasladó definitivamente con su familia en 1882 . Allí escribió sus últimas composiciones y murió el 13 de febrero de 1883 en el Palacio Vendramin-Calergi tras un ataque cardíaco.
También Gustav Mahler, se coloca frecuentemente al lado de Venecia, a pesar de no haber vivido jamás en ella.
Fue Thomas Mann, que en el relato “Muerte en Venecia”, construyó esta unión dando a su protagonista, Gustav Aschenbach, las características de Mahler. Luchino Visconti contribuyó a reforzar esta impresión con su homónima película de 1971, haciendo de Aschenbach un compositor. El Adagietto de la 5° Sinfonía de Gustav Mahler, que Visconti utiliza en la película, se ha convertido de esta forma en una banda sonora ideal para Venecia.
En el siglo XX, Venecia vio surgir una escena totalmente nueva y se convirti� en un punto de encuentro internacional para la m�sica contempor�nea. En 1925, la Sociedad Internacional de M�sica Contempor�nea eligi� Venecia como sede para la tercera edici�n de su festival. Miembros de la Comisi�n fueron Jan Sibelius, Richard Strauss, Maurice Ravel e Igor Stravinskij.
Sobre todo
En el siglo XX, Venecia vio surgir una escena totalmente nueva y se convirti� en un punto de encuentro internacional para la m�sica contempor�nea. En 1925, la Sociedad Internacional de M�sica Contempor�nea eligi� Venecia como sede para la tercera edici�n de su festival. Miembros de la Comisi�n fueron Jan Sibelius, Richard Strauss, Maurice Ravel e Igor Stravinskij.
Sobre todo Stravinskij se sinti� siempre unido a la Pen�nsula , donde muchas de sus �peras se representaron por primera vez, hasta tal punto que quiso ser enterrado all�, en la isla de San Miguel.
En 1930 se fund� en analog�a con la Bienal, el Festival Internacional de M�sica Contempor�nea (F.I.M.C.), que se realiza cada a�o desde 1936. Se ejecutaron varias obras maestras del siglo XX de Dallapiccola, Stravinskij o Prokofiev hasta la m�sica m�s experimental de Bruno Maderna y Luigi Nono , dos compositores venecianos que han representado y representan todav�a la vanguardia italiana de posguerra en todo el mundo.
El Teatro "La Fenice", reconstruido en 2004 tras un incendio, ofrece a�n hoy estaciones importantes de �pera y conciertos con los mejores m�sicos del mundo y es sede del Festival internacional de m�sica contempor�nea. Con los conciertos en la plaza de m�sica de Vivaldi y con los eventos de m�sica contempor�nea de la Bienal M�sica, Venecia contin�a a ofrecer a sus visitantes la posibilidad de apreciar la riqueza de la cultura musical de su pasado y presente.
1300 - 1400 - - rev. 0.1.11
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