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Las aspectos particulares que distinguen el arte veneciano son el resultado del encuentro de tradiciones, culturas y usos propios de civilizaciones, con las que la ciudad de la laguna ha establecido contactos, relaciones y uniones.
Venecia es forma, materia, agua, aire, fuego, luz y color y su arte tiene origen en estas señales del espacio y del tiempo. En S. María de la Asunción , la Catedral de Torcello, el monumento más antiguo de Venecia, se encuentran las primeras trazas del arte figurativo veneciano. El mosaico de la bóveda, en la capilla a la derecha del ábside, que representa el "Cordero Místico" sujetado por cuatro ángeles vestidos con cándidos hábitos , es quizás del
siglo IX y se parece al del presbiterio de S. Vitale en Ravena con el mismo tema.
Venecia, hacia el año Mil depende de la cultura bizantina y lo reconocemos en la decoración musiva de la Basílica de San Marcos , una de las grandes obras de arte de todos los tiempos.En ésta son evidentes las dos tradiciones que influencian al arte veneciano entre los siglos XI y XII: la paleocristiana, filtrada a través de Ravena y la de Constantinopla y de sus tierras, Quíos, Tesalónica, Dafní y S. Lucas en Focile. De los siglos XI y XII es el mosaico que representa el Juicio Universal en la Catedral de Torcello .
En 1277, probablemente los mosaicistas llegan a Porec en Istria y decoran el Sagrario de la Catedral . El maestro de las historias de Moisés en Porec influencia al arte bizantino marcando su evolución en líneas y volúmenes. Uno de estos felices resultados lo vemos en los magníficos mosaicos de S. Salvador en Cora.
En la capilla lateral izquierda de S. Zan Degolà se han realizado preciosos frescos de la escuela bizantina del siglos XIII y XIV.
En la Iglesia de los Santos Apóstoles se encuentran fragmentos de frescos todavía bajo la misma influencia.
La primera personalidad artística veneciana que sale del anonimato es Paolo Veneziano que firma y fecha la tabla pintada de los Santos María y Donato de Murano en 1310. Es todavía un maestro que se mueve por la tradición bizantina, pero que siente las influencias de tierra firme padana. Se debe recordar que Giotto trabajaba en la Capilla de los Scrovegni de Padua en 1305. Se supone un viaje de Paolo a Constantinopla. La crítica lo define como el mayor de los pintores bizantinos mediterráneos, el último no griego y el primero de los venecianos.
Al principio, la pintura gótica en Venecia va unida todavía a fórmulas y modelos bizantinos, en parte anticipados por el arte de Paolo Veneziano en la primera mitad del siglo XIV.
Los caracteres de la escuela veneciana son la fantasía de las decoraciones, el oro resplandeciente y el vivo cromatismo. Los más grandes intérpretes del gótico internacional que trabajan en Venecia son: Gentile da Fabriano que permanece desde 1408 hasta 1414, Michelino da Besozzo activo desde 1410 a 1415 y Antonio Pisanello , que trabaja en el Palacio Ducal en 1415.
En el siglo XIV y a por parte del siglo XV, en la Basílica de San Marcos se mantienen las fórmulas del arte bizantino. Trabajos netamente góticos son las pinturas de Giovanni de Alemania y del cuñado Antonio Vivarini en S. Giobbe y en S. Pantalón .
En el Museo de San Marcos se conservan tapices con 10 historias de la Pasión de realización probablemente flamenca, llevados a cabo hacia 1420 sobre cartones de Niccolò de Pietro.
Residen en la laguna, hacia mitad del siglo XV, Andrea del Castagno y Paolo Uccello, pero su presencia no es decisiva para la suerte de la pintura veneciana. Dos talleres se disputan los encargos artísticos en Venecia: el de la familia Vivarini y el dirigido por Jacopo Bellini en la que se forman sus hijos Gentile Bellini y Giovanni Bellini . La llegada de Antonello da Messina en 1476, llevando consigo la técnica flamenca del color al óleo, influencia a los miembros de estas dos familias.
En 1479 Gentile Bellini se dirige a Estambul, por petición a la Serenísima de parte del “Gran Turco” Mehmed II para tener a su lado como pintor de corte, a un gran retratista. El artista realiza el famoso retrato del Sultán , ahora en la Galería Nacional de Londres y otros cuadros de los que se ha perdido la pista. El Sultán lo cubre de grandes honores.
Otras obras de Gentile que nos han llegado, son las del ciclo del Milagro de la Cruz , pintada junto a Mansueti, Diana, Bastiani y Vittore Carpaccio, y los “telèri”, que decoraban la Scuola de S. Marcos, pintadas junto al hermano Giovanni
Giovanni Bellini es el Patriarca de la pintura veneciana. Sus obras de arte realizadas hasta edad tardía, adornan Venecia. Recordamos el Retablo de los Frari, de S. Giobbe , de San Zacaría y de S. Juan Crisóstomo.
La reforma de la pintura realizada por Bellini, se refleja en el nuevo aspecto que asume Venecia entre el final del siglo XV y los inicios del siglo XVI.
Carpaccio encuentra inspiración en su ciudad. En el cuadro del Milagro de la Cruz en Rialto , retrata Venecia demostrando atención y sensibilidad por las luces y los detalles de un gentío bullicioso en las orillas y en las góndolas. Un gondolero africano destaca con su elegante librea, mientras un perrillo blanco mira con melancolía el espectáculo. Hay que recordar los tapices decorados con las historias de S. Òrsola en la Academia; representan trabajos ibéricos de inspiración turca llevados a Venecia por prófugos hebréos expulsados de España después de 1492. En los últimos tiempos de su vida, los clientes de Carpaccio vienen de Istria y de Dalmacia. En 1500 llega a Venecia Leonardo, que ciertamente influyó en la pintura local como demuestran las obras de Giorgione. Otro artista que tuvo influencias sobre el artista de Castelfranco fue Hieronimus Bosch de S. Hertogenbosch (El Bosco). Giorgione rompió el sereno equilibrio del siglo XV para acercarse a diferentes y variados elementos de cromatismo y sensibilidad .
Albrecht Dürer ("Durero"), de Nuremberg, está presente por dos veces en la ciudad lagunar: en 1494 y en 1505-1506. Influenció a Giorgione y a otro pintores de la época entre los cuales está Lorenzo Lotto. Un ejemplo de fusión de culturas es el retablo de S. Antonino de Lorenzo Lotto en la iglesia de los Santos Juan y Pablo , en el que el santo está representado en una alfombra turca. Durero deja a la ciudad lagunar la magnífica Fiesta del Rosario, pintada para la iglesia de S. Bartolomeo y ahora conservada en Praga. El retablo de la iglesia se ha sustituido por una obra de Johan Rottenhammer, de Múnich en Baviera, que representa la Anunciación con la Eternidad y los Àngeles.
Tiziano que creció en la escuela de Bellini y al lado de Giorgione, es la figura central del siglo XVI veneciano. Su larga actividad es un itinerario a la búsqueda de la belleza y de la armonía entre figura, color y luz, elementos que en las fases finales de su vida llegarán a cumbreFsilFs de arte absoluto y extremo. Pinta en sus cuadros a los grandes de la Tierra de su tiempo: el emperador Carlos V de Haugsburgo, el rey Francisco I de Francia y el sultán Suleiman el Magnífico.
Otros grandes protagonistas del arte pictórico del siglo XVI son Paolo Veronese , los Bassano y Jacopo Comin llamado Robusti o Tintoretto . Con este último colaboró el croata Andrea Medulič, llamado el Schiavone, en los frescos que adornaban la fachada del Palacio Zen cerca de la Iglesia de los Jesuitas.
Otras obras de Schiavone adornan el Salón de la Librería de San Marcos.
Dos personalidades afines a Tiziano que inician su trabajo en Venecia son su alumno Lambert Sustris de Amsterdam y el gran Dominikos Theotokopoulos de Creta, llamado El Greco , heredero de una tradición de “madonneri”, pintores de vírgenes, pintores véneto-cretenses que trabajaban en Venecia para la comunidad griega . Algunos nombres de estos artistas son: Michele Damaskinos, Giorgio Klonzas (cretense), Emanuele Lambardos (griego), y Emanuele Zanfurnaris (griego).
También en el siglo XVII trabajaban en Venecia pintores griegos: Emanuele Zane de Candia, Theodoros Pulakis de Creta y Vittore de Corfú.
En 1589 se detiene en Venecia Paolo Fiammingo y desde 1582 Ludovico Toeput llamado el Pozzoserrato.Numerosos son los pintores extranjeros que encuentran trabajo en la ciudad tomando un lugar en la pintura veneciana: Ermanno Zerest (flamenco), Iean Le Clerc (de Nancy, Francia), Nicola Regnier (de Maubeuge, Francia) y Michele Desubleo (también de Maubeuge).Gaspar Rem de Amberes pinta lienzos en la antigua "Escuela" de los mercaderes de vino en S. Silvestro. Un pintor griego que trabaja en el Palacio Ducal pinta los cartones para los mosaicos de la eterna obra de la Basílica de S. Marcos. Se trata de Antonio Vassilachi llamado el Aliense, de la isla de Milo. El flamenco Johann Liss es uno de los precursores del siglo XVIII veneciano; su obra maestra es la luminosa visión de S. Gerolamo en S. Niccolò de los Tolentini, que antecede a Giambattista Tiepolo . Carl Loth de Munich en Baviera realiza una copiosa producción de obras en las iglesias de Venecia.
La última y triunfal estación de la pintura veneciana ve a sus pintores viajar por Europa. El pintor de Belluno, Sebastiano Ricci , deja sus testimonios en Austria, Inglaterra y en Francia, donde es acogido por la Academia de Pintores de París, honor concedido por su fama y bravura. Como Sebastiano Ricci, Gian Antonio Pellegrino viaja permaneciendo en varias localidades de Europa. El modelo pictórico de Pellegrini influye notablemente en el arte de Gian Antonio Guardi y Rosalba Carriera . La gran retratista durante un viaje a París con Pellegrini, encuentra al gran Watteau. Las largas permanencias de Rosalba en París y Viena originan influencias e intercambios culturales con numerosos pastelistas y retratistas. La notable influencia en el Rococò austríaco se debe al artista Federico Bencovich, que nacido probablemente en Venecia, trabajó en Viena durante más de 10 años.
Jacopo Amigoni pinta frescos en los castillos de Nymphenburg y Schleissheim (en Inglaterra) y en Madrid, donde muere en 1752. Una importante personalidad de la pintura veneciana es Piazzetta, una de sus obras de arte es la Asunción del Louvre pintada para el Elector de Sajonia.Giambattista Tiépolo es un gran pintor del siglo XVIII veneciano. En la cumbre de su fama, de 1750 a 1753, es llamado a Würzburg en Alemania, donde llega con sus hijos Giandomenico y Lorenzo, para pintar la Residencia del Príncipe Obispo. De vuelta a Venecia, trabaja solícitamente hasta 1762 cuando acepta la invitación de la corte española para decorar el palacio real de Madrid. Acabada la obra, comienza a pintar los retablos de Aranjuez. Giambattista Tiépolo muere en Madrid. La herencia del encanto del color de sus obras fue recogida por Francisco de Goya.
El siglo XVIII es la época de los vedutisti (pintores de vistas): los grandes exponentes de este género son Carlevarijs , Canaletto, Bellotto, Marieschi y Francesco Guardi.
Antonio Canal, llamado Canaletto , recoge en sus lienzos efectos de perspectiva y poesía colorista. Trabaja para el coleccionista y Cónsul de Gran Bretaña Joseph Smith, con el que firma un acuerdo de trabajo entre 1746 y 1756, permaneciendo por mucho tiempo en Inglaterra. Bernardo Bellotto , sobrino de Canaletto, parece seguir las huellas de su tío, pero en sus obras se vislumbran efectos más naturales. En 1747 va a Dresde donde durante 10 años se establece en la corte de Augusto III, Elector de Sajonia y Rey de Polonia. Entre 1763 y 1780 está en Varsovia, donde crea extraordinarias vistas de la ciudad. De estas vistas se ha podido reconstruir la ciudad tras la destrucción sufrida durante la última guerra.
Con el último gran vedutista, Francesco Guardi , se cierra la gran época de la pintura veneciana.
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