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La antigua Amurianum fue poblada desde el siglo V por fugitivos procedentes del continente. Con la posterior ascensión de Venecia se puso fin a la historia de Murano como isla independiente y autónoma; sin embargo, ésta consiguió conservar algunos privilegios y libertades políticas. Murano sacó su fuerza económica de uno de los sectores más importantes de la industria veneciana: la producción del vidrio . El arte del vidrio de Murano se remonta al primer poblamiento de la isla, pero hubo que esperar hasta finales del siglo XIII, cuando los artesanos del vidrio se trasladaron con sus hornos a la isla desde la ciudad, para que Murano se convirtiera en la capital de la producción del vidrio. Los vidrios muraneses constituyen desde hace siglos una importante mercancía de exportación. Algunos de ellos, auténticas piezas de anticuariado, están expuestos en el Museo dell’Arte Vetraria (Museo del Vidrio), fundado en 1861. La obra principal de la colección es la copa nupcial Barovier (1470-1480), una preciosa manufactura de una histórica vidriería veneciana. También es única la colección de vidrios procedentes de la necrópolis de Énona (de los siglos II y I a.C.), en la Dalmacia septentrional.
La sección dedicada al vidrio moderno es muy amplia, y en ella se pueden admirar piezas realizadas por famosos diseñadores.
Además de la espléndida Basilica dei SS. Maria e Donato, en Murano se encuentra también la Iglesia de San Pedro Mártir (Chiesa di S. Pietro Martire), en la que se conservan dos importantes telas de Giovanni Bellini: La Asunción de La Virgen y santos y el Dux Agostino Barbarigo presentado a la Virgen y al Niño (1488).
400 - 1000 - ISOLE - rev. 0.1.13