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La necesidad de continuar a utilizar el paso de las mercancías por el valle de Padanía para el comercio directo desde y hacia Europa del Norte, había hecho que los venecianos estuviesen atentos a las miras expansionistas de dos Señorías, la de los Scaligeri de Verona y la de los Da Carrara de Padua. Los Da Carrara en concreto constituían un peligro para Venecia, porque ya durante el asedio de Chioggia (1380), en la guerra entre venecianos y genoveses, habían sostenido a estos últimos. Tras el éxito en la guerra de Chioggia, el estado veneciano empezó a mirar hacia tierra firme, adquiriendo autosuficiencia y aliados para mantener su propia población, diezmada años antes por la Peste Negra de 1348. Hacia el final del siglo XIV fue cuando las Señorías de Verona y Padua se aliaron contra Venecia. Casi todo el Véneto fue conquistado por los Scaligeri, pero la muerte de Giangaleazzo Visconti (1402) , Duque de Milán y Señor de buena parte del Norte de Italia, y la crisis sobrevenida por su sucesión, jugaron a favor de los venecianos que consiguieron anexar a sus territorios también las provincias lombardas de Brescia, Bérgamo, Crema y las ciudades vénetas de Feltre, Belluno, Bassano, Vicenza, Verona, Padua y parte del Polésine.
También las guerras contra los Húngaros, al comienzo del siglo XV, ampliarán las posesiones de la República de Venecia a este, con la anexión de gran parte de Friuli y la consolidación del dominio sobre Dalmacia e Istria. La pérdida de la ciudad de Grado por parte del patriarca de Aquileia, dio lugar a la instauración de un único Patriarcado con sede en Venecia. La nueva situación territorial se ratificó a través de los tratados de 1451 con el Patriarca de Aquileia y de 1453 con los Húngaros.
1300 - 1400 - - rev. 0.1.11