PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

• Bartolomeo Bon
• Bernardo Strozzi
• Giambattista Tiepolo
• Giorgione
• Tintoretto
• Tiziano
• Monumentos de ayer, hoy

La Confraternita de San Roque, se dedica a la realización de su sede desde 1516 y confía su planeamiento a Bartolomeo Bon. Del proyecto inicial que preveía una Planta Baja dividida por dos órdenes de columnas y una Sala de Huéspedes en la primera planta, utilizable como Sala de reuniones, se pasa a modificaciones y embellecimientos que hacen que la obra se termine solamente en 1560 bajo la dirección de varios proto de fama, que se fueron sucediendo en el tiempo. Entre estos Sante Lombardo, Scarpagnino y Gian Domenico de Grigi. En el siglo XVIII, Giorgio Fossati cuida el alzamiento destinado a Sala del Tesoro. La restauración de 1999 llevó a la sustitución de la cubierta de tejas con lastras de plomo.

Conocida hoy sobretodo como lugar en donde admirar el equivalente veneciano de la “Capilla Sistina” de Miguel Ángel en Roma, la Scuola Grande di San Rocco recién se convirtió en uno de los “museos” más famosos y frecuentados del mundo. Tintoretto de hecho, vinculado a la Confraternita por un contrato de por vida, tuvo de esta manera la posibilidad de ejecutar un ciclo pictórico unitario, distribuido por las varias Salas de la Scuola. Los sujetos pictóricos de sus telèri son de carácter sagrado y van desde la representación de episodios de la vida de la Virgen, de la juventud de Cristo, de su pasión y muerte, de la vida de San Roque y de las virtudes teologales, hasta vicisitudes extraídas del Nuevo y Viejo Testamento. El extraordinario uso del color y de la luz, típico de la pintura de Tintoretto, es atestiguado de forma particular, por un fragmento decorativo, encontrado accidentalmente en 1905, que representa tres manzanas, ahora expuesto en una vitrina en la misma Scuola.

Entre las muchas obras de arte se puede admirar también el Ecce homo y la Anunciación de Ticiano, dos cuadros juveniles de Giambattista Tiépolo, Agan abandonada y Abraham y los ángeles y San Roque de Bernardo Strozzi. Otra obra maestra es Cristo llevando la cruz atribuible según algunos a Giorgione y según otros a Ticiano. No se puede excluir ni siquiera que sea una obra de colaboración entre los dos sumos artistas.