Andrea Tirali (Venecia 1660- Monselice 1737), fue un arquitecto muy activo en Venecia y en su tierra adentro, donde realizó la mayor parte de sus obras entre los siglos XVII y XVIII. Secuaz de
Andrea Palladio y de la arquitectura clásica, Tirali fue en ciertos aspectos un predecesor del
neoclasicismo . Se le considera uno de los primeros arquitectos que reacciona contra el excesivo decorativismo del barroco veneciano, construyendo alguno de los más representativos palacios del siglo XVIII, como el palacio Priuli Venier Manfrin (1724-31), a los pies del Puente dele Guglie sobre el canal de Cannaregio, en el homónimo barrio. El edificio, propiedad hoy de la Región Véneto, ha sido propuesto como sede alternativa de la Fundación Peggy Guggenheim. Otras de sus obras importantes fueron la escalinata con tres rampas del palacio Sagredo (1718-38), después decorado mediante frescos por
Pietro Longhi con la Caída de los Gigantes, y el nuevo empedrado de la Plaza de San Marcos. También dió una buena contribución en la arquitectura eclesial a través de sus obras, todas en Venecia: la capilla de Santo Domingo en la
iglesia de los Santos Juan y Pablo (1690), la fachada de San Nicola dei Tolentini (1706-14) y la fachada de San Vitale (1734-37).