El Puente de los Suspiros comunica el lado este del
Palacio Ducal a los Piombi, las antiguas prisiones venecianas. Es conocido en el mundo entero y recibió este sobrenombre en el siglo XIX, en plena época romántica, cuando se creía que los reos que eran trasladados desde el tribunal hacia la prisión lanzaban una especie de suspiro de arrepentimiento mientras contemplaban la laguna desde las pequeñas ventanas del puente. Fue erigido en 1614 sobre un proyecto de Antonio Contino y es una construcción de tipo
barroco realizada en una elegante piedra blanca de Istria. Es cerrado y cubierto, y constituido por dos corredores separados por una pared. La estructura, con su perfil arqueado, que da la sensación de estar suspendido sobre el agua del Rio di Palazzo (Rio del Palacio), dibuja uno de los escenarios más célebres de la iconografía veneciana.