Una Venecia melancólica y crepuscular, envuelta en una niebla perenne, acoge la atormentada historia de amor entre un hombre y una mujer en la película Anónimo Veneciano de Enrico María Salerno, con la música de Benedetto Marcello como banda sonora (en concreto el concierto para oboe). Las escenas de la película recorren algunos lugares símbolo de la ciudad: la Academia, donde están ambientados los flash-back de los amores juveniles de los dos protagonistas, el Canal Grande y la cuenca de San Marcos, espectadores silenciosos de la atormentada historia de amor entre los dos, que se desembrolla entre melancólicas jornadas plomizas y escenas melodramáticas.

1800 - 2000 - - rev. 0.1.13