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Como la Fiesta del Redentor, también la Fiesta de la Salud nace para recordar el final de una gran pestilencia. En este caso se trata de la peste que se difundió por toda Europa en el siglo XVII y que está descrita con mucha eficacia por Alessandro Manzoni en la novela “Los novios”. En un año y medio de contagio murieron en Venecia 46.000 personas, un cuarto de la población. En octubre de 1630 el dux Nicoletto Contarini y el Senado veneciano, pronunciaron en San Marcos el voto solemne de construir una gran nueva iglesia para obtener de la Virgen el cese de la peste. Fue entonces proyectada y construida desde 1631 a 1681 la Iglesia de la Salud , creación de Baldassarre Longhena, considerada la obra maestra de la arquitectura veneciana.
Cada 21 de noviembre, el día de la salud, los venecianos celebran esta conmemoración desfilando delante del altar mayor de la imponente iglesia, para encender un cirio que perpetúe el vínculo secular de gratitud que une la ciudad con la Virgen María.
En este día de fiesta, las mesas preparadas por los venecianos se perfuman con el aroma de la “castradina”, un manjar muy sabroso a base de carne de carnero.
1600 - 1700 - - rev. 0.1.7