San Erasmo es la más vasta de las islas de la laguna norte, de más de cuatro quilómetros de largo. Habitada ya en el año 792, ha tenido a lo largo de los siglos, y sigue teniendo hoy, una destinación prevalentemente agrícola. De hecho, la isla se conoce también como el huerto de Venecia: de entre sus cultivos son especialmente apreciados las alcachofas y las verduras. La isla tiene un microclima muy agradable y además la entrada de vehículos no está permitida. En la parte este se encuentra la playa, que los habitantes aprecian tanto que es conocida como “la playa de los venecianos”.

Desde principios del siglo XIX fue fortificada en parte; un testimonio de este período es la Torre Massimiliana. Fue construida por los austríacos entre 1830 y 1844 sobre el antiguo fortín francés de San Erasmo. Está rodeada por un foso de agua y un muro de contención, y su función era defender la parte meridional del litoral de San Erasmo. La torre toma el nombre de su inventor, el archiduque Maximiliano José de Austria, que desarrolló un estudio experimental para las fortificaciones de trazado circular.

Tras un período de abandono, la isla ha renacido gracias a la intervención del Consorcio Venecia Nueva, que la restauró completamente.

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