San Giacomo de Rialto, también conocida como San Giacometto y famosa por su típica planta de cruz, está considerada la iglesia más antigua de Venecia. Su primera piedra fue colocada ya en el año 421, pero su apariencia actual es fruto de una restauración de 1601.

El enorme reloj de 1410 y el singular atrio de pórtico gótico, constituyen los dos elementos más distintivos de la iglesia. En otro tiempo, cambistas y banqueros se sentaban bajo el pórtico a la espera de moneda extranjera o de clientes deseosos de préstamos. En aquella época, las operaciones bancarias se desarrollaban de este modo, al aire libre y, en todo caso, bajo la vigilancia de las autoridades. El concepto de cambio nació precisamente aquí.

En el extremo de Campo San Giacomo, la plaza en la que se encuentra la iglesia, hay una estatua conocida como el Jorobado de Rialto. En el siglo XVI algunos reos de delitos menores eran obligados a correr bajo los bastonazos de los presentes desde la Plaza de San Marcos hasta San Giacomo; la visión del jorobado era para los reos desventurados un motivo de alivio, ya que éste señalaba el fin y la meta de esta carrera punitiva, que podría parecer algo bárbara pero que sin duda era eficaz.

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