No video
El siglo XI se caracterizó por dos momentos de gran tensión, que se revelaron como un formativo y exitoso banco de pruebas para la diplomacia veneciana: las pretensiones sobre la ciudad de Grado por parte del patriarca de Aquileia , apoyado por el emperador Conrado II en 1027, y las intenciones de los Normandos de conquistar la orilla oriental del Adriático, con el objetivo final de la ciudad de Constantinopla . El enfrentamiento con estos últimos constituyó un gran compromiso económico y militar para Venecia, gobernada por el dux Vitale Falier . La guerra se concluyó con la muerte en 1085 del cabecilla normando Roberto Guiscardo . El emperador de Constantinopla, Alejo I Comneno, otorgó como reconocimiento en 1082 otra Bula de Oro a los venecianos, que vieron así consolidarse los privilegios económicos que ya se les había concedido ampliamente.
El 26 de noviembre de 1095, en el concilio de Clermont, el papa Urbano II proclamó la primera cruzada Venecia se unió a la empresa, asegurando el transporte de los cruzados tras una abundante retribución. Las enormes ventajas económicas que se obtenían la llevaron a rivalizar con la Repúblicas marineras de Génova y Pisa.
400 - 1000 - - rev. 0.1.9