En el V siglo, período histórico al que se suele remontar el nacimiento de Venecia, el imperio romano estaba definitivamente dividido en dos partes. El imperio de oriente , con capital en Constantinopla, que se mantuvo hasta 1453, año en el que los turcos tomaron la capital; y el imperio de occidente, con capital en Roma, que fue desmembrado bajo la presión de varios pueblos procedentes del Nordeste de Europa . El mito que envuelve el nacimiento de Venecia la coloca en este período y en concreto la hace coincidir con la inauguración de la iglesia de San Giacometto el 25 de marzo del año 421. Los historiadores sin embargo opinan que la Venecia lagunar, compuesta sólo por la parte insular de la Décima Región en la que estaba dividido el territorio itálico por el emperador Augusto, se haya formado con el tiempo. A los habitantes estables de los islotes de la laguna, dedicados a la pesca y a la producción de sal, única mercancía de intercambio para obtener todo lo que necesitaban, se añaden los habitantes de tierra firme, empujados por la necesidad de encontrar un refugio ante las primeras incursiones de las poblaciones nómadas y belicosas procedentes del Nordeste. Al principio se trata de traslados momentáneos que, tras el paso de los “bárbaros” por su ciudad, permiten volver a los refugiados a la vida normal. A las correrías de los Visigodos las siguieron en el año 452 las de los Unos, que destruyeron las ciudades de Aquileia, Altino, Oderzo, Padua y Concordia, provocando la migración forzada de los habitantes hacia el litoral, hacia la laguna y sus asentamientos alrededor de Rivo Alto, más tarde conocido como Rialto, el punto más alto de la laguna, y sobre la
isla de Torcello. Después de un etapa de paz gracias a la victoria de Justiniano, emperador romano de oriente, sobre los Godos de Totila , y la consiguiente reincorporación de los territorios de Ravena y de Venecia al
imperio bizantino, en el año 568 se dio la primera invasión de los Longobardos, procedentes de las tierras de la actual Hungría. Éstos, invaden Friuli y parte de Véneto, obligando de nuevo a la migración en masa a los habitantes de muchas ciudades hacia las islas: los habitantes de Concordia fundaron Caorle, mientras los de la ciudad de Altino, guiados por su obispo, se dirigieron hacia Torricellum, la actual Torcello, y en el año 639 iniciaron la construcción de la catedral de
Santa María de la Asunción . Característico de esta migración fue el traslado, junto a la población, de los representantes de los mayores cargos civiles y religiosos que mantuvieron sus papeles y funciones en el nuevo territorio.