La contaminación lagunar producida por el hombre, ha llevado al saneamiento de entornos marginales interesantes como las ciénagas, praderas, bosques húmedos y las golene fluviali, que constituían un único tejido para el ambiente lagunar. Las canteras de arcilla abandonadas y colonizadas de nuevo expontáneamente por la vegetación, acogen hoy parte de la fauna que había una vez en los ambientes de transición originales, como pequeños moluscos, insectos, reptiles y anfibios. Durante la época migratoria las aves de paso encuentran en estas áreas un lugar para pararse y descansar.

El Alcedo attis, el martín pescador, frecuenta las antiguas canteras, en las que encuentra un hábitat adapto si no se le molesta. Se alimenta de pequeños peces y excava orificios para poner los huevos.

La Gallinula chloropus, la polla de agua, es de la familia de los rallidae. Especie frecuente en las fosas, en los canales y en las canteras de arcilla abandonadas, pone los huevos en un nido parecido a una balsa flotante, cerca de la vegetación acuática.

La Ardea purpurea, la garza imperial, es una especie migratoria que llega desde África en primavera y se vuelve a ir al final del verano. Nidifica en colonias muy numerosas, llamadas garzaie, que se establecen en los cañizales y en los valles de pesca. Las colonias existentes en la laguna de Venecia son desde el punto de vista numérico las más consistentes de Italia.

El Anas platyrhynchos, el ánade real, es la anátida más común que nidifica en la laguna, pero sólo un pequeño porcentaje de los polluelos llegan a volar, debido a la fuerte depredación realizada por aves y mamíferos.

La Rana latastei, la rana de Lataste, es una especie endémica de Italia septentrional y encuentra su hábitat ideal a lo largo de los raros bosques húmedos existentes en la tierra del interior lagunar.

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