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El 2 de febrero de 1971, en Ramsar, Irán, se estipuló la convención internacional referida a las zonas húmedas y hábitat de las aves acuáticas, por un grupo de países, instituciones científicas y organizaciones internacionales. La Convención de Ramsar es el primer auténtico tratado intergobernativo global, que hace referencia a la conservación y a la gestión de los ecosistemas naturales.
La Convención se acoge en Italia en 1974 con la proyectación del plan nacional predispuesto por el Servicio de la Conservación de la Naturaleza del Ministerio del Ambiente, a través de acuerdos internacionales y de la disciplina para la tutela de las zona húmedas, es decir, pantanos, charcas, turberas y más generalmente las cuencas naturales y artificiales de particular importancia para el hábitat de las aves acuáticas.
En 1984 se aprueba la ley regional n. 40 concerniente a las nuevas normas para la institución de parques y reservas naturales regionales.
En abril de 2003 el WWF Italia – Venecia y Alto Adriático, publica un estudio sobre la zona húmeda natural de la laguna de Venecia en el que se evidencia la oportunidad de declararla Zona Ramsar, ya que constituye una de las mayores extensiones de barene de todo el Mediterráneo y registra la presencia de más de 20.000 aves acuáticas durante el invierno. La presencia de estas importantes poblaciones de aves, ha llevado a identificar casi 70.000 hectáreas de la laguna de Venecia como Area IBA (Important Bird Areas), es decir, como área prioritaria para la conservación de las aves.
Algunas de las más importantes reservas u oasis naturales de la laguna:
Oasis Ca’ Roman
La parte meridional de la isla de Pellestrina, llamada Ca’ Roman, encierra un oasis natural de la LIPU (http://www.lipu.it/ - http://www.lipu-uk.org/) protegida por el WWF, con su punto de observación. El Oasis de Ca’ Roman reune los ambientes típicos del litoral veneciano, que van de la playa de arena a las dunas hasta el pinar posterior a las dunas. Entre la exuberante vegetación expontánea del oasis, se han censado dentro de sus confines alrededor de 150 especies de aves, tanto residentes como de paso, como prueba del alto valor de diversidád biológica del lugar. Hasta hace pocos años, en los momentos de nidificación, era posible avistar sobre la arena decenas de frailecillos blancos y fraticelli (Sternula albifrons) apenas recién salidos del huevo; estas aves, en su migración, habían elegido como lugar ideal para reproducirse esta pequeña porción de arenal y eran un motivo de orgullo y creacción del oasis. Hoy, practicamente desaparecidos, dejando el paso a las especies sedentarias como el martín pescador, la gaviota común y real, y a los huéspedes veraniegos del autillo o del zigolo nero (Emberiza cirlus). En la época invernal se señala la presencia del halcón peregrino y del gavilán.
Oasis de la Dunas de los Alberoni
El área de este oasis, colocada al sur del lido de Venecia, ha sido individuada y reconocida por la región Véneto como Sitio de Importancia Comunitaria. La isla del Lido y de Pellestrina forman una larga lengua de tierra que divide de norte a sur la laguna de Venecia del mar. Esta franja del litoral se interrumpe por las tres bocas de puerto y se caracteriza por los «murazzi»: una imponente obra comenzada en el siglo XVIII por la República Serenísima para defenderse de las marejadas. Los Murazzi empiezan en Lido y continuan después por toda la isla de Pellestrina para reanudarse en Sottomarina. Gracias a esta obra defensiva, constituida por terraplenes y por enormes bloques de piedra blanca de Istria, reforzada en los pasados decenios, se ha formado con el pasar de los siglos un interesante ecosistema, caracterizado por la presencia de dunas altas hasta nueve metros, apreciadas incluso por el poeta e insigne botánico Goethe. El fenómeno es particularmente evidente en los Alberoni, la parte sur del Lido. Como sugiere su nombre (grandes árboles), la zona es rica de vegetación, que ha suministrado en el pasado óptima madera para las barcas y remos venecianos. La playa aquí está en continua expansión por el efecto de la “protección” de la boca de puerto y es apreciada por cu carácter semisalvaje. La escasa intervención de la industria balnearia, ha permitido, de hecho, el desarrollo natural de la vegetación detrás de las dunas, creando un hábitat ideal para diferentes especies de aves marinas, entre las que destaca el coloradísimo abejaruco. El cambiamento continuo del territorio se prueba por la situación actual del Faro viejo y del Fuerte de los Alberoni : ambos edificios habían sido construidos al mar, mientras que hoy aparecen a varios centenares de metros de la línea de playa.
Oasis de Valle Averto
El área del Oasis del WWF de Valle Averto se encuentra en el ayuntamiento de Campagnalupia, en los márgenes de la laguna véneta, a lo largo de la carretera Romea, entre Chioggia y Mestre. El espléndido oasis lagunar se considera Reserva Natural del Estado y Zona húmeda de importancia internacional. Se trata de un típico valle de pesca circundado por terrenos aluvionales de limo y arcilla que emergen durante la marea baja. En el conjunto, el paisaje está constituido por amplios espejos de agua salada, cañizales, bosquetes higrófilos, praderas sin cultivar, canales y setos. En los bordes se pueden admirar plantas de tamarisco.
Las aguas del oasis están pobladas por una gran concentración de invertebrados marinos y peces. Una presencia fundamental para la permanencia y nidificación para las tantas aves acuáticas que frecuentan el valle: el área es , de hecho, un lugar muy importante porque está posicionado a lo largo de una de las tradicionales rutas de migración. Según la estación, se pueden encontrar fulicas, ánades reales, cercetas, patos cuchara, ánades rabudos, garzas imperiales, cisnes reales, ocas salvajes, cormoranes, gaviotas, aunque también rapaces como el gavilán, el elanio azul, el águila pescadora, el ratonero común. Entre los mamíferos, se encuentran el tejón, el turón, la garduña, el zorro, otros pequeños roedores. Es posible observar todos estos animales permaneciendo sobre las cabañas y torres de observación repartidas por Valle Averto, o también parándose en la cavana o en un lavoriero. En el interior de Ca’ Tiepola, un típico caserón renacentista que sirve como centro de visitas del parque, hay un pequeño museo que recoge barcas de pesca antiguas y materiales típicos de la vida lagunar.
1800 - 2000 - hasta hoy - rev. 0.1.17